lunes, 20 de abril de 2009

Güemes y su ''post-muerte''

Apenas unas semanas después de su muerte, sus hombres obligaron al ejército español a evacuar Salta; la guerra gaucha seguía funcionando. Fue la última invasión realista al norte argentino, con lo que Güemes, aunque no llegó a verlo, finalmente venció a sus enemigos.
En Buenos Aires, la noticia del fallecimiento del general Güemes fue publicada bajo el título "Ya tenemos un caudillo menos"; el artículo que lo anunciaba demostraba más alivio por la muerte de un enemigo ideológico que pesar por la pérdida de la ciudad de Salta en manos realistas.
Durante la mayor parte del siglo XIX, tanto en Salta como en el resto de la Argentina, la figura de Güemes fue interpretada solamente como la de un caudillo, que había soliviantado a las masas campesinas contra las clases altas de la sociedad; esta "falta" era apenas disminuida por el patriotismo demostrado a lo largo de su carrera militar. Sólo a principios del siglo XX, esa imagen comenzó a cambiar, a través de su más conocido biógrafo, Bernardo Frías, que presentó la vida de un jefe militar y político patríotico y desinteresado, capaz de movilizar a la masas en contra del enemigo, aunque no intentó librarse de la visión elitista de la sociedad, que mostraba poco aprecio por sus gauchos. Sólo a partir de ese momento, Güemes comenzó a aparecer como el esforzado y heroico jefe de la frontera norte, héroe absoluto de la provincia de Salta.

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